Fiambre casero de pollo

Cómo hacer fiambre de pollo casero: fácil, saludable y perfecto para tus bocadillos

El fiambre de pollo casero es una de esas recetas que, una vez la pruebas, ya no quieres volver al supermercado. Es saludable, versátil y muy fácil de preparar en casa. Además, puedes personalizarlo con tus especias favoritas y conservarlo en la nevera para tener siempre algo rico y ligero a mano.

A continuación, te explico cómo hacer fiambre de pollo en casa paso a paso. ¡Ideal para bocadillos, ensaladas o como tentempié saludable!


¿Por qué hacer fiambre de pollo casero?

Aunque el fiambre de pollo comercial es un habitual en muchas cestas de la compra, su versión casera no solo es más sabrosa, sino que también evita aditivos y conservantes innecesarios. Con ingredientes básicos y un buen marinado, puedes preparar un fiambre delicioso y jugoso en casa, aprovechando incluso el horno mientras cocinas otros platos.


Receta

INGREDIENTES:

* 2 pechugas de pollo sin piel (400 g)
* 3 cucharadas de zumo de limón
* 2 cucharaditas de pimentón dulce
* 2 cucharaditas de ajo en polvo
* 2 cucharaditas de comino o las especias que más te gusten.
* 2 cucharadas de aceite de oliva
* Sal
* Pimienta negra molida

PREPARACIÓN:

Mezclamos bien todos los ingredientes, colocamos las pechugas pollo sobre esta mezcla, moviendo varias veces para que se impregne bien. Dejamos esta mezcla en la nevera durante un par de horas o bien, toda una noche.

Sacamos de la nevera la pechuga marinada 30 minutos antes de hornearla. Envolvemos en papel de horno cada pechuga de pollo en pequeños saquitos. Precalentamos el horno o air fryer a 200 °C y disponemos el pollo en una bandeja para horno.

Horneamos el pollo durante 20 minutos en horno convencional o 16/18 minutos en air fryer hasta que esté completamente cocinado. Dejamos enfriar y ya está listo para consumir. Lo servimos cortado a finas lonchas bien para rellenar un bocadillo o como acompañamiento en una ensalada. Se puede alinear con una mezcla de aceite con ajo-perejil y encurtidos.


El secreto: una cocción justa para un pollo jugoso

Uno de los errores más comunes al preparar este tipo de fiambres es pasarse con el tiempo de horneado. No buscamos un pollo seco, sino uno bien cocido por dentro, pero jugoso. Así que respeta el tiempo recomendado y, si tienes un termómetro de cocina, mejor aún: el centro debe alcanzar los 75 °C.

Este fiambre es perfecto para aprovechar el calor del horno si estás preparando otros platos al mismo tiempo. Ocupa poco espacio y su sabor compensa con creces.


Cómo conservarlo y servirlo

Una vez frío, es mejor guardarlo en la nevera antes de cortarlo. Esto permite hacer lonchas finas y uniformes.

Puedes cortarlo de dos formas:

  • A lo ancho de la pechuga: lonchas más grandes, ideales para bocadillos.
  • A lo largo: lonchas más pequeñas, cómodas para ensaladas.

Y si lo cortas en daditos, es perfecto para ensaladas de pasta, arroz o como topping proteico para tus bowls.


Ideas para usar tu fiambre de pollo

  • En bocadillos saludables con pan integral, aguacate y rúcula.
  • Como proteína en una ensalada templada de quinoa.
  • Añadido a una ensalada de pasta fría.
  • Como snack proteico entre comidas.
  • En tortillas o wraps con vegetales.

Conclusión

Preparar tu propio fiambre de pollo casero es una forma fantástica de comer más sano sin complicarte. Puedes adaptarlo a tus gustos, aprovechar el horno mientras cocinas otros platos y tenerlo listo en la nevera para resolver muchas comidas o meriendas.

¿Te animas a probarlo? Cuéntamelo en comentarios o compártelo si crees que alguien necesita esta receta en su vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *